El viñedo
Entre 2006 y 2007, Margón compra todas las fincas rústicas de viñas en Pajares de los Oteros y sus alrededores: un total de 75 parcelas que suman 19 Ha. La mayoría con más de 100 años. Margón se convierte en la única bodega que elabora exclusivamente con viñedo viejo de entre 90 y más de 120 años. Entre estas 75 parcelas se encuentran La Finca Valdemuzarra, Finca el Santo y Finca La Milana que dan lugar a vinos únicos con su mismo nombre. El resto de fincas son el origen de Pricum Prieto Picudo y Pricum Primeur.
Valdemuz
La finca de Valdemuzarra, en Pajares de los Oteros, da lugar a Pricum Valdemuz. Este pago data de finales del siglo XIX y perteneció durante siglos a la misma familia. Está considerado el viñedo más viejo de Prieto Picudo que existe en la Denominación de Origen. Suelos arcillosos con cantos rodados en la superficie y con un escaso rendimiento de entre 800-900 kg7Ha.
El Santo
El Santo es un pago muy singular localizado en San Pedro de los Oteros. Data de 1919 y todo el mundo consideraba en aquellos tiempos que no era un viñedo normal debido a su dificultad de maduración y elevada acidez. Esta marcada diferencia reside en sus suelos que en lugar de ser arcillosos como el resto, son arenosos. Eso es lo que más llamó la atención de la bodega para hacerse con dicho viñedo. Esa extrema acidez, será la que mantenga estos vinos durante años y años con vida. Hoy en día Paraje del Santo, es uno de los vinos más solicitados y mejor considerados por su peculiaridad.
La Milana
La Milana tiene origen datado en 1925 y se encuentra localizada en el camino que une Pajares de los oteros y Pobladura. También de suelos arcillosos con canto rodado en la superficie, no llega a producir los 1000 kg/Ha. La primera añada de Finca La Milana es 2015.
Peculiaridades del terreno
Desde la época romana, la zona sur de León se convirtió en zona de tránsito de todos los viajeros que frecuentaban las dos grandes rutas que atraviesan la zona de producción de Tierra de León: La Ruta de la Plata y El Camino de Santiago. Esta zona se convirtió posteriormente en el abastecedor de vino de prácticamente toda la zona norte de la Península Ibérica.
En el siglo X las dos fuentes económicas sobre las que se apoyaban los territorios de la zona de producción eran los molinos para la transformación cerealista y los viñedos. Fueron muchos los monasterios que hicieron posible el resurgir de la viticultura de la zona mediante la adquisición de terrenos dedicados al cultivo de viñas. En la Edad Media la vid adquiere la categoría de cultivo tradicional en la comarca. Del siglo XVI al XIX los viñedos de la región no dejan de progresar hasta 1887, año en el que la filoxera hace su aparición en el viñedo leonés. Éste se verá afectado hasta los años veinte del siglo XX, pero no todas parcelas.
Prieto Picudo
Pero la particularidad de esta tierra que la diferencia de las otras zonas vitivinícolas del mundo, es sin duda, su variedad autóctona “PRIETO PICUDO”. La uva prieto picudo se distingue fácilmente por su racimo apretado y las bayas con forma de piñones y de piel negra azulada. La elevada relación entre pulpa y piel, hace que la concentración de polifenoles sea superior, sintetizándose en mayor cantidad.
La vid se presenta con la cabeza enterrada y las ramas extendidas por el suelo; esto hace que su poda sea diferente a cualquier otra
Suelos pobres en materia orgánica y un marcado clima continental dan las condiciones idóneas para el cultivo de la vid. Un periodo otoñal suave y generalmente lluvioso favorece un buen final de la maduración Pero lo más importante es la diferencia de temperaturas entre el día y la noche durante este último periodo. Esto favorece la acumulación de los polifenoles de la uva y la potenciación de los aromas.
Albarín
La Albarín Blanco es una variedad de uva blanca autóctona del norte de la península Ibérica, concretamente de la región de Cangas de Narcea, Asturias. El cultivo de esta variedad, por su buena adaptación, se ha extendido hasta las vecinas tierras de la DO Tierra de León.
Es una variedad de buena fertilidad, maduración temprana y está muy bien adaptada a la climatología de la región. Su temprana brotación la hace sensible a las heladas de primavera. También es sensible a los ácaros, al mildiú y a la botrytis.
La cepa presenta un pámpano de porte semierguido. Los racimos son cortos y en forma piramidal, de tamaño pequeño y poco compactos. Las bayas son pequeñas y de forma circular aplastada, de color amarillo pálido y con un hollejo grueso.
La Albarín Blanco precisa maceraciones en frío, dando así aromas cítricos y florales. Da una buena graduación alcohólica y acidez. En boca, el vino blanco de Albarín es ligero y con poca estructura, pero con pequeñas cantidades de la Verdejo conseguimos mejorar esta estructura sin alterar la percepción aromática. En la DO Tierra de León ya existen un número importante de bodegas que elaboran vino blanco de Albarín, consiguiendo unas calidades extraordinarias.
Los vinos de León con Albarín Blanco maridan con todo tipo de quesos y con la carne blanca.